(por Santiago Alonso). - Mas allá de la fascinación que puedan generar las películas de acción, suspenso, drama y terror, el cine es más impactante cuando se despoja de toda corrección política sin por eso ser marginal. Sobrados son los ejemplos de las propuestas cinematográficas que hasta han ganado premios de la Academia norteamericana.
Puede citarse "Belleza Americana", de Sam Mendez que se alzó con la
estatuilla en la categoría "Mejor película" no sólo por las actuaciones
de Kevin Spacey (hoy protagonista de House of Cards) y Annette Bening
sino por su impecable síntesis del destrozo de la imagen cada vez más
inexistente del "sueño americano".
Todavía sigue siendo un misterio la razón por la que "El Club de la pelea" no obtuvo estatuillas por aquel entonces. Es que, justamente, el film cuya carátula no revelaría mucho más que una película de acción, en realidad es mucho más que eso.
El protagonista, cuyo nombre no se sabe y es encarnado por Edward Norton lleva una vida plana apoyada en el consumismo. Es soltero y atraviesa un severo insomnio que solo puede curar cuando llora enérgicamente. Para ello asiste con identidades falsas a grupos de autoayuda para poder exteriorizar sus penas impunemente. Viajando en un avión conoce a Tyler Durden (encarnado por un excelente Brad Pitt) que es exactamente lo opuesto al personaje principal. Juntos formarán un grupo llamado "El Club de la pelea", que cuenta con distintas reglas.
La propuesta es, sin duda alguna, una crítica a la sociedad actual, el consumismo, los preceptos y mandatos convencionales y, nuevamente, la caída del paradigma clásico del "sueño americano". Si bien a los productores de FOX no les gustó, lo cierto es que con el tiempo se volvió un film de culto, lleno de citas elaboradas y pensamientos filosóficos a tal punto que el diario "The Guardian" la consideró en su momento como "Un presagio de un cambio en la vida política estadounidense".
Nota escrita para el periódico "Anticipos" de Morón - Mayo 2016
Todavía sigue siendo un misterio la razón por la que "El Club de la pelea" no obtuvo estatuillas por aquel entonces. Es que, justamente, el film cuya carátula no revelaría mucho más que una película de acción, en realidad es mucho más que eso.
El protagonista, cuyo nombre no se sabe y es encarnado por Edward Norton lleva una vida plana apoyada en el consumismo. Es soltero y atraviesa un severo insomnio que solo puede curar cuando llora enérgicamente. Para ello asiste con identidades falsas a grupos de autoayuda para poder exteriorizar sus penas impunemente. Viajando en un avión conoce a Tyler Durden (encarnado por un excelente Brad Pitt) que es exactamente lo opuesto al personaje principal. Juntos formarán un grupo llamado "El Club de la pelea", que cuenta con distintas reglas.
La propuesta es, sin duda alguna, una crítica a la sociedad actual, el consumismo, los preceptos y mandatos convencionales y, nuevamente, la caída del paradigma clásico del "sueño americano". Si bien a los productores de FOX no les gustó, lo cierto es que con el tiempo se volvió un film de culto, lleno de citas elaboradas y pensamientos filosóficos a tal punto que el diario "The Guardian" la consideró en su momento como "Un presagio de un cambio en la vida política estadounidense".
Nota escrita para el periódico "Anticipos" de Morón - Mayo 2016