Por Santiago Alonso
Hubo una época en la que la ficción televisiva, no era tan ficticia. Abundaban en los canales de aire las historias sobre gente "común" y cercana a sus televidentes, fué así que "Gasoleros" marcó una diferencia en el horario central. Pero al poco tiempo los ejecutivos de las emisoras decidieron que el formato de cotidiano barrial debía ser copiado hasta el hartazgo contratando actores conocidos. "Buenos vecinos", "El Sodero de mi vida", "Campeones" y una larga lista de etcéteras copaban las pantallas.
Llegó el 2001, año de crisis para los Argentinos, pero también el momento del estreno de una serie que escapaba al esquema ya clásico de historias con gente "común" y que, mostraba situaciones de misterio, suspenso y aventura. "Los Simuladores" llegaron a Telefé en ese año, siendo el episodio piloto el primero de toda la serie. La historia en sí no es lineal y como hecho positivo hay que destacar que cualquier capítulo es bueno para empezar a verla. "Los Simuladores" nos presenta a cuatro hombres que solucionan problemas cotidianos a través de operativos de simulacro con la intención de llegar a un fin que representa el descenlace del inconveniente. Mario Santos (Federico D´Elía) se ocupa de la logística y la planificación del trabajo, Emilio Ravenna (Diego Peretti) se encarga de la caracterización para, a través de la actuación, encarnar algún personaje vital en el desarrollo de la historia del episodio del día, Pablo Lamponne (Alejandro Fiore) se pone al hombro lo relacionado con la técnica y movilidad y finalmente Gabriel Medina (Martín Seefeld) investiga tanto al cliente como a los involucrados en el operativo a realizar.
A lo larto de dos temporadas ellos logran hacerle creer a una divorciada en estado de depresión que tuvo un romance con Paul Mc Cartney para recuperar las ganas de vivir, engañar a un importante director de una empresa de medicina prepaga para que se pueda operar a un paciente cuyo seguro no contempla una operación de corazón, lograr que el Presidente de la Nación tenga una erección y juntar a una pareja a punto de separarse definitivamente.
Ambas temporadas están excelentemente escritas, con una banda de sonido impecable y con música de los años 50. Lo interesante es que cada personalidad se ajusta perfectamente a la actuación de cada uno de los protagonistas, mostrándolos en situaciones cotidianas antes de ser convocados por Santos para reunirse y planear la próxima misión.
Sin embargo, quien ideó este proyecto, es Damián Szifrón que había dirigido a Fiore y a Peretti en cortometrajes. Como dato relevante, Szifrón estuvo tras las camaras en la dirección de "El fondo del Mar" y "Tiempo de valientes"
Hubo una época en la que la ficción televisiva, no era tan ficticia. Abundaban en los canales de aire las historias sobre gente "común" y cercana a sus televidentes, fué así que "Gasoleros" marcó una diferencia en el horario central. Pero al poco tiempo los ejecutivos de las emisoras decidieron que el formato de cotidiano barrial debía ser copiado hasta el hartazgo contratando actores conocidos. "Buenos vecinos", "El Sodero de mi vida", "Campeones" y una larga lista de etcéteras copaban las pantallas.
Llegó el 2001, año de crisis para los Argentinos, pero también el momento del estreno de una serie que escapaba al esquema ya clásico de historias con gente "común" y que, mostraba situaciones de misterio, suspenso y aventura. "Los Simuladores" llegaron a Telefé en ese año, siendo el episodio piloto el primero de toda la serie. La historia en sí no es lineal y como hecho positivo hay que destacar que cualquier capítulo es bueno para empezar a verla. "Los Simuladores" nos presenta a cuatro hombres que solucionan problemas cotidianos a través de operativos de simulacro con la intención de llegar a un fin que representa el descenlace del inconveniente. Mario Santos (Federico D´Elía) se ocupa de la logística y la planificación del trabajo, Emilio Ravenna (Diego Peretti) se encarga de la caracterización para, a través de la actuación, encarnar algún personaje vital en el desarrollo de la historia del episodio del día, Pablo Lamponne (Alejandro Fiore) se pone al hombro lo relacionado con la técnica y movilidad y finalmente Gabriel Medina (Martín Seefeld) investiga tanto al cliente como a los involucrados en el operativo a realizar.
A lo larto de dos temporadas ellos logran hacerle creer a una divorciada en estado de depresión que tuvo un romance con Paul Mc Cartney para recuperar las ganas de vivir, engañar a un importante director de una empresa de medicina prepaga para que se pueda operar a un paciente cuyo seguro no contempla una operación de corazón, lograr que el Presidente de la Nación tenga una erección y juntar a una pareja a punto de separarse definitivamente.
Ambas temporadas están excelentemente escritas, con una banda de sonido impecable y con música de los años 50. Lo interesante es que cada personalidad se ajusta perfectamente a la actuación de cada uno de los protagonistas, mostrándolos en situaciones cotidianas antes de ser convocados por Santos para reunirse y planear la próxima misión.
Sin embargo, quien ideó este proyecto, es Damián Szifrón que había dirigido a Fiore y a Peretti en cortometrajes. Como dato relevante, Szifrón estuvo tras las camaras en la dirección de "El fondo del Mar" y "Tiempo de valientes"