(Por Santiago Alonso).- La industria televisiva está atravesando un momento de estancamiento y crisis a raíz de la frialdad de lo que los números indican: en 10 años ha perdido 15% de audiencia. Las causas son múltiples y pueden utilizarse diferentes citas para explicar esta debacle. El primero en ironizar sobre la situación actual del medio fue el actor Juan Gil Navarro quien, a raíz de la última entrega de los Premios Martín Fierro destacó que: "Va a ser lindo ver en los Martín Fierro a actores brasileños y turcos".
El protagonista de "La Leona" hacía referencia a los productos "enlatados" (material proveniente de otros países cuyos capítulos son adquiridos por las cadenas de tv locales) que tienen más audiencia que las propuestas hechas en Argentina. De esta manera "Moisés", "¿Que culpa tiene Fatmagul?" y "Las mil y una noches" se llevan la torta publicitaria pero terminan opacando la labor de los que, desde nuestro país, buscan brindar ficciones redituables.
En el 2005, cuando Marcelo Tinelli muda su clásico programa a Canal 9 (por aquel entonces propiedad del empresario Daniel Hadad) logra picos de hasta 40 puntos de rating rompiendo la eterna disputa existente entre El Trece y Telefé. 11 años más tarde la realidad es, en parte, distinta: Tinelli sigue liderando las noches pero los números tienden a ser más modestos y, si bien en su debut comenzó con 34 puntos la cifra fue bajando y la expectativa de los productores llega hasta 25 puntos.
Vayamos más atrás. A mediados de los 90 el actor y productor Adrián Suar decide llevar a la televisión a personajes cotidianos para que el espectador se vea reflejado en lo que ve durante la hora de la cena y sienta empatía. De esta forma, ciclos como "Gasoleros" o "Campeones" alcanzan el éxito rápidamente y se amplía sensiblemente el "star system" donde aparecen otros actores que se hicieron famosos sin necesidad de haber pasado por el cine con anterioridad.
Ya en el nuevo milenio las historias costumbristas pasan a segundo plano. La repetición de esquemas no hace otra cosa más que cargar las tintas y cansar. Si bien El Trece emitía
productos muy jugados como "Vulnerables", reservaba para su primetime envíos como "El Sodero de mi vida" con Dady Brieva y Andrea Del Boca.
Para pelear la misma audiencia Telefé lanza "Buenos Vecinos", utilizando la misma fórmula de pareja protagónica basada en el amor- odio con Hugo Arana y Moria Casán personificado a un portero de un edificio y una peluquera.
Tras la renuncia de Fernando De La Rúa y con niveles de desocupación y pobreza alarmantes, la tele, lejos de contraerse, oficia como espejo de la realidad existente. Un año antes y en Canal 7, la productora "Ideas del Sur" pone al aire una serie que redefinió los esquemas de la época: "Okupas", la historia de un grupo de jóvenes sin destino que buscan la manera de sobrevivir en medio de una Argentina devastada.
La creación de Alberto Muñoz, Ester Feldman y Bruno Stagnaro se convirtió en un producto de culto pero lamentablemente no se editó en formatos digitales o remasterizados.
Más tarde llegarían "Tumberos" y "Los Simuladores". Ambas geniales, movilizadoras y cargadas de símbolos y recursos narrativos creativos.
Actualmente y a excepción de los productos de Underground, de Sebastián Ortega, "Historia de un Clan" (estrenado el año pasado por Telefé) y "El Marginal", la más reciente apuesta de la Televisión Pública, no hay grandes audiencias para las ficciones nacionales para el público de entre 18 y 35 años.
¿Por que? Sencillamente por que esa porción de televidentes migró a internet y sitios de contenido por demanda en busca de otro tipo de historias ante la carencia de creatividad propuesta por las cadenas locales. Si a este componente se agrega que el cable tampoco innova demasiado y busca retener espectadores emitiendo material en pésima calidad y doblado al castellano, la necesidad de escape es absoluta.
De esta manera las alternativas tanto gratuitas como pagas en la "red de redes" se convirtió en una primera necesidad. Netflix, Odeon, Cuevana, Pelis Pedia, HBO To Go y tantas otras logran convocar a un público que no sólo quiere ver series en el momento que quieran sino que lo hacen en alta calidad y en su idioma original. El año pasado el canal Warner Channel fue blanco de críticas furibundas por que decidió emitir toda su programación en castellano dejando la opción subtitulada para quienes contaran con un plan premium HD.
La única cadena de cable que aún logra sostener su público histórico es FOX, principalmente por dos productos: "Los Simpson" (es el único medio que pone capítulos estreno por ser el propietario de la series) y "The Walking Dead" que en su país de origen está primera en rating de forma contundente e indiscutida a través de la cadena AMC.
Volvamos al terruño. La semana pasada Mario Pergolini brindó una nota a Jorge Rial en "Instrusos en el espectáculo" y fue consultado sobre si volvería a la televisión. El ex conductor de "CQC" y "¿Cual Es?" invita a repensar el medio e ir a buscar a quienes se encuentran desorientados después de las once de la noche.
Pergolini sostuvo que "La televisión ha perdido 15 puntos de rating, eso es muchísima gente " y que como "no hay formatos nuevos en la televisión y mi respuesta ante eso es no estar. Estamos pensando en programas de hace 25 años y discutiendo la vuelta de Polémica en el Bar o La Peluquería de Don Mateo".
Sin embargo el panorama no es del todo sombrío: Netflix anunció que comenzará a producir contenidos en nuestro país y de la mano de un gran director como Daniel Burman. "Edha" llegará a este soporte novedoso en el 2017 y contará con guiones de Mario Segade, quien hizo lo propio en "El Puntero"; "Resistiré" y "Verdad Consecuencia".
La serie relatará la historia de una joven diseñadora de moda y madre soltera a la que le aparece una oportunidad que cambiará su vida.
El realizador de "El Abrazo partido" afirmó estar muy contento por la propuesta ya que "En una misma plataforma, más de 81 millones de usuarios tendrán la oportunidad de establecer una conexión íntima con nuestra historia".
El tiempo y las voluntades de cada quien en la industria dirán si el medio, tal cual lo conocemos, queda relegado a formatos periodísticos o de sobreabundancia de panelistas con información sin chequear o se reinventa para volver a enamorar o al menos volver a cautivar y generar la expectativa que alguna vez cosechó premios y mas trabajo local.