Por Santiago Alonso
@santiagopalonso
Aquellos que tenemos determinada edad e íbamos a convenciones de cómics, allá por los ´90 y principios del nuevo milenio notamos grandes cambios si se hace una comparación con lo que sucede actualmente en este sentido.
Todavía tengo frescos en mi memoria pasajes de aquel "Fantabaires 98", el primer lugar al que fui donde estuvieron como invitados William "Capitán Kirk" Shatner y Alan Grant, entre otros. Sentía que entraba en un mundo donde convivían los X Men con tímidas apariciones de series de ánime. En esa época llegaban series a través de señales de cable como Magic, Fox Kids o Locomotion y, de forma pirata, circulaban grabaciones de películas y series de ánime que dificilmente fueran a verse en la pantalla local.
Revistas como Lazer traían novedades sobre próximos estrenos y en los cines disfrutábamos de los films de Dragon Ball Z y Pokémon en pantalla gigante y sonido envidable.
Pasó mucha agua bajo el puente. Lazer, por presión de editores japoneses que reclamaban derechos de autor sobre las imágenes que se publicaban en la revista, se vió obligada a dejar de salir, Magic Kids cesó su permanencia en el aire por falta de fondos para sostener la señal y Locomotion se transformó en Ánimax para luego mutar en Sony Spin, canal que hoy tiene poco y nada que ver con la animación, dejando al cable sin espacios para lo que tanto nos gustó.
El cambio también llegó al mundo del fandom. Desde hace un par de años distintas empresas y equipos de gente se dedican a organizar eventos para movilizar fanáticos basándose en tres pilares centrales para alcanzar el éxito:
a) Invitados especiales. Voces de doblaje latino de "Los Simpson", "Dragon Ball", dibujantes como Kevin Eastman (creador de "Las Tortugas Ninja").
b) Stands comerciales y editoras para la venta de dvds, cds, historietas, muñecos, ropa, llaveros, pósters y calcos de nuestros personajes favoritos
c) Presencia de personajes locales que dieran vida a los eventos haciendo las veces de presentadores y anfitriones o números en el escenario. De esta forma llegan Magnus Mefisto, un hiphopero que recientemente sacó a la calle su álbum "Mensajes subliminales", la cantante Flor "Hitomi", que realiza covers de temas de ánime y bandas sonoras de películas.
Párrafo aparte merecen los "Youtubers", jóvenes que suben sumaterial a la red de videos más famosa del mundo con monólogos, parodias y referencias a videojuegos, Mario Baracus y Natalia Dim son los más conocidos por haber hecho una versión propia de "Nivel X". Con un humor corrosivo, incorrecto y chocante en algunas oportunidades, se brindan al público haciendo notas y retando a duelo videojueguil a los presentes.
Entonces uno se encuentra en un "universo aparte" donde los recien nombrados obtienen un trato de estrellas que, sin desembarcar en la televisión de forma tradicional se hicieron conocidos en gran medida gracias a la masividad que les aportaron las redes sociales. Uno de los casos más resonantes es el del canal Marito Baracus que registra medio millón de visitas por video, algo que en rating sería equivalente a cinco puntos de share con la salvedad de que el material no es visto por los usuarios de forma simultánea, sino en distintos momentos.
Ya no hay canales de tv que pongan en el aire series de ánime (salvo el bloque ZTV por Telefé en horarios matutinos los fines de semana), hoy ese rol es exclusivamente de internet donde, ya se saben, pueden verse episodios con muy poca diferencia con respecto a su emisión original. No hay necesidad de esperar el doblaje y su posterior llegada, sino a que un fan con conocimientos de inglés o japonés realice la labor heróica de traducir el material para, de forma inmediata, ponerlo a disposición de aquellos que cuentan los minutos para ver como sigue su historia de cabecera.
Finalmente el merecido aplauso lo tienen quienes hacen cosplay, es decir, aquellos/as que asisten al evento disfrazados de su personaje favorito. Si bien la tendencia existe desde hace décadas, en estos tiempos está más activo que nunca, los presentes buscan métodos creativos para emular a los héroes que nos deleitan en pantalla y en papel. Aquel que concurra con intenciones de sacar fotos deberá pedir permiso para fotografiar a Gokú, Batman, Mileena de Mortal Kombat, Asuka de Evangelion o las distintas versiones del Joker. No hacerlo es tomado como un gesto de poca o mala educación.
Es así que, con sus códigos, los eventos fueron evolucionando. Hay muchos y de todo tipo, desde los mas grandes como la Argentina Comic Con, que suele concentrar público de todas las edades pero centralmente a gente de más de 30 años hasta pequeños encuentros realizados en colegios cuyo interes es fomentar el comercio para locales de comics, compartir música y sesiones de torneos de videojuegos en el sector gamer. La propuesta no es solo comprar cosas para leer y ver, sino conocerse y pasar el día con aquellos que comparten lo mismo que uno.
@santiagopalonso
Aquellos que tenemos determinada edad e íbamos a convenciones de cómics, allá por los ´90 y principios del nuevo milenio notamos grandes cambios si se hace una comparación con lo que sucede actualmente en este sentido.
Todavía tengo frescos en mi memoria pasajes de aquel "Fantabaires 98", el primer lugar al que fui donde estuvieron como invitados William "Capitán Kirk" Shatner y Alan Grant, entre otros. Sentía que entraba en un mundo donde convivían los X Men con tímidas apariciones de series de ánime. En esa época llegaban series a través de señales de cable como Magic, Fox Kids o Locomotion y, de forma pirata, circulaban grabaciones de películas y series de ánime que dificilmente fueran a verse en la pantalla local.
Revistas como Lazer traían novedades sobre próximos estrenos y en los cines disfrutábamos de los films de Dragon Ball Z y Pokémon en pantalla gigante y sonido envidable.
Pasó mucha agua bajo el puente. Lazer, por presión de editores japoneses que reclamaban derechos de autor sobre las imágenes que se publicaban en la revista, se vió obligada a dejar de salir, Magic Kids cesó su permanencia en el aire por falta de fondos para sostener la señal y Locomotion se transformó en Ánimax para luego mutar en Sony Spin, canal que hoy tiene poco y nada que ver con la animación, dejando al cable sin espacios para lo que tanto nos gustó.
El cambio también llegó al mundo del fandom. Desde hace un par de años distintas empresas y equipos de gente se dedican a organizar eventos para movilizar fanáticos basándose en tres pilares centrales para alcanzar el éxito:
a) Invitados especiales. Voces de doblaje latino de "Los Simpson", "Dragon Ball", dibujantes como Kevin Eastman (creador de "Las Tortugas Ninja").
b) Stands comerciales y editoras para la venta de dvds, cds, historietas, muñecos, ropa, llaveros, pósters y calcos de nuestros personajes favoritos
c) Presencia de personajes locales que dieran vida a los eventos haciendo las veces de presentadores y anfitriones o números en el escenario. De esta forma llegan Magnus Mefisto, un hiphopero que recientemente sacó a la calle su álbum "Mensajes subliminales", la cantante Flor "Hitomi", que realiza covers de temas de ánime y bandas sonoras de películas.
Párrafo aparte merecen los "Youtubers", jóvenes que suben sumaterial a la red de videos más famosa del mundo con monólogos, parodias y referencias a videojuegos, Mario Baracus y Natalia Dim son los más conocidos por haber hecho una versión propia de "Nivel X". Con un humor corrosivo, incorrecto y chocante en algunas oportunidades, se brindan al público haciendo notas y retando a duelo videojueguil a los presentes.
Entonces uno se encuentra en un "universo aparte" donde los recien nombrados obtienen un trato de estrellas que, sin desembarcar en la televisión de forma tradicional se hicieron conocidos en gran medida gracias a la masividad que les aportaron las redes sociales. Uno de los casos más resonantes es el del canal Marito Baracus que registra medio millón de visitas por video, algo que en rating sería equivalente a cinco puntos de share con la salvedad de que el material no es visto por los usuarios de forma simultánea, sino en distintos momentos.
Ya no hay canales de tv que pongan en el aire series de ánime (salvo el bloque ZTV por Telefé en horarios matutinos los fines de semana), hoy ese rol es exclusivamente de internet donde, ya se saben, pueden verse episodios con muy poca diferencia con respecto a su emisión original. No hay necesidad de esperar el doblaje y su posterior llegada, sino a que un fan con conocimientos de inglés o japonés realice la labor heróica de traducir el material para, de forma inmediata, ponerlo a disposición de aquellos que cuentan los minutos para ver como sigue su historia de cabecera.
Finalmente el merecido aplauso lo tienen quienes hacen cosplay, es decir, aquellos/as que asisten al evento disfrazados de su personaje favorito. Si bien la tendencia existe desde hace décadas, en estos tiempos está más activo que nunca, los presentes buscan métodos creativos para emular a los héroes que nos deleitan en pantalla y en papel. Aquel que concurra con intenciones de sacar fotos deberá pedir permiso para fotografiar a Gokú, Batman, Mileena de Mortal Kombat, Asuka de Evangelion o las distintas versiones del Joker. No hacerlo es tomado como un gesto de poca o mala educación.
Es así que, con sus códigos, los eventos fueron evolucionando. Hay muchos y de todo tipo, desde los mas grandes como la Argentina Comic Con, que suele concentrar público de todas las edades pero centralmente a gente de más de 30 años hasta pequeños encuentros realizados en colegios cuyo interes es fomentar el comercio para locales de comics, compartir música y sesiones de torneos de videojuegos en el sector gamer. La propuesta no es solo comprar cosas para leer y ver, sino conocerse y pasar el día con aquellos que comparten lo mismo que uno.