Una de las noticias cinéfilas que más ruido hizo el año pasado fue la cancelación del estreno de "The Interview", comedia protagonizada por Seth Rogen y James Franco que contaba la historia de un periodista y su productor que, cansados de no ser tomados en serio por dedicarse al periodismo de espectáculos son convocados para entrevistar al líder de Norcorea, Kim-Jong-Un. La CIA , al enterarse de esto, les encarga a los personajes de Rogen y Franco que asesinen al mandatario con veneno durante su estadía en dicho lugar.
A fines del año pasado sólo podíamos ver un trailer y la expectativa crecía a medida que se sabían más detalles de la película. Al mismo tiempo llegaban más noticias sobre quejas provenientes de Corea sobre el contenido del film el cual consideraban ofensivo y se solicitaba la prohibición del mismo. Hace un par de meses y cerca de la fecha del estreno, portales de todo el mundo informan que el sitio web de Sony (distrubuidora de "The Interview") había sido hackeado y el material sensible de la empresa (sueldos de actores, métodos de mercadotecnia y lanzamiento de estrenos), publicado en distintos portales, o sea, un despelote bárbaro.
Todo esto no hacía más que aumentar las expectativas y nos daba ganas de verla de inmediato. El film se estrenó en poquísimas salas en EE.UU. y no llegó a los cines locales siendo el único método disponible para su visión la descarga a través de internet o la compra pirateada.
La descargué ayer y la vi recién y no puedo más que decirles que es desastrosa. Uno supone que, como los yankees han hecho sátiras políticas inteligentes (South Park: La película, Team América) cree que va a pasar un gran momento, pero no. No hay UN solo chiste que funcione en esta película, los personajes tanto principales como secundarios son detestables, James Franco por ejemplo, personifica a Dave Skylark, el periodista encargado de entrevistar famosos en Estados Unidos y es torpe, soberbio y sobreactuadamente insoportable. Seth Rogen en materia actoral no aporta mayores sorpresas, el papel de siempre. Los productores eligieron como contrapeso femenino a Lizzy Kaplan, una interesante actriz, solamente para mostrar el escote (igual se agradece) y ponerse en la piel de una agente de la CIA que les dará las indicaciones a la dupla protagónica.
Después de 45 minutos de introducción conocemos al antagonista, Kim-Jong-Uh, el hombre de mano dura pronto a ser entrevistado. Personaje totalmente plano al cual ya vimos mil veces en producciones similares. El "dictador" que en el fondo es un ser sensible y oprimido pero que por su responsabilidad debe mostrarse rígido e inclemente. Un poco de sangre exagerada para intentar sacar una sonrisa, mostrar algunos culos y chistes con pedos tapizan esta película que de no ser por la "controversia" que causó era un film más que pasaba sin pena ni gloria por las salas y era más visto por internet que disfrutado en un cine.
A medida que avanza la película uno va perdiendo las esperanzas de poder reirse y le roga a "Una loca entrevista" (tal es su título para Latinoamérica) que aparezca un mínimo gag que nos saque de esta maratón de verguenza ajena y ausencia de comicidad. "The interview" intenta ser un montón de cosas y no logra ni una, NO es una buena comedia, busca meter chistes de humor negro y falla burdamente y no es una sátira política.
Una lástima por que Seth Rogen y Evan Goldberg hace años que trabajan juntos y supieron hacer películas realmente graciosas, "Virgen a los 40", "Ligeramente embarazada", "Este es el fin" y "Superbad" son comedias que verdaderamente causaron gracia. No es la primera vez que se genera "polémica" para impulsar un film. En el 2004 aparecían noticias de dudosa veracidad que afirmaban que hubo gente que "murió" viendo en el cine "La pasión de Cristo" por las duras escenas del pésimo film de Mel Gibson, por lo que toda data sobre "la prohibición de The Interview", no deberá sorprendernos.
Me sigo quedando con "El Dictador" de Charles Chaplin, "Team America", una joya del 2004 de los creadores de South Park que incluso satiriza a los propios yankees y - si se quiere - "El Dictador" de Sacha Baron Cohen, igual de burda pero divertida en serio.