"Teníamos encima la lupa autoritaria de los militares que ya estarían diciendo - otra vez volvieron estos tipos! - y no queríamos una publicación que durara sólo un par de números. Sin embargo, la primera caricatura de Videla en la tapa y la copiosa respuesta en el correo nos confirmó lo del inicio: los lectores entendieron a Humor antes que los autores y eso precipitó todo. Representó una sorpresa, un compromiso que nos cayó encima y al que respondimos con mayor audacia, con la incorporación de duras críticas, con un humor gráfico que barrió con los límites iniciales."
Tomás Sanz, Director de Humor.
Esta es la famosa tapa del número "secuestrado", el número 97 que data de Febrero de 1983. Allí se mostraba al general Cristino Nicolaides moviéndose torpemente encima de una patineta. En el 2004 entrevisté a Sanz junto a Ricardo Carrizo y nos confesó que los kioskeros, negándose a entregar a los milicos la revista que más ganancias les generaba, tercerizaban los ejemplares para ser vendidos en los bares más cercanos.
Por otra parte, Andrés Cascioli, comentó para un libro sobre humor argentino que existió dentro de la cúpula militar, una comisión investigadora que defendía Humor ya que "el gobierno de Carter le exigía a Videla una pátina de democracia".
Soy coleccionista de Humor desde hace casi diez años, voy comprando números sueltos, por separado cada vez que puedo, ya sea en Parque Rivadavia o en alguna casa de antiguedades. Fundamental para recordar lo que nos pasó, como somos, como fuimosy lo que se decía en otras épocas de nuestra historia reciente.
Santiago Alonso